sábado, 28 de julio de 2012

BIOGRAFÍAS: VICENT VAN VOGH



"No puedo cambiar el hecho de que mis cuadros no se vendan. Sin embargo, el tiempo hará que la gente reconozca que mis cuadros valen más que el valor de las pinturas utilizadas en él"
Vincent van Gogh

Biografía

     Nació en el año 1853, en Groot-Zundert, entonces un pobre pueblo del Brabante, en la frontera de Holanda con Bélgica y murió en Auvers-sur-Oise, Francia en 1890.
Vino al mundo en el seno de una familia religiosa, su padre un pastor protestante holandés de nombre Théodorus y su madre Anna Cornelia, se casaron por un matrimonio de conveniencia, el hermano de éste estaba casado con la hermana de ella, y pusieron mucho empeño en que la pareja se uniera, aunque no por esto fueron menos felices.
Theodorus, debía de ser querido por su entorno, se le conocía como el "pastor gentil", pero en el círculo familiar, imbuido de su autoridad y de los principios de la religión, dejará ver a menudo, un carácter firme, colérico y estrecho de miras, sobre todo en sus relaciones con Vincent.
Casa natal en Zundert

Al año de contraer matrimonio, Théodorus y Anna Cornelia, tuvieron un hijo al que pusieron de nombre Vincent Willem. Vino al mundo casi muerto y fue enterrado en el pequeño cementerio de Zundert. Es posible que la existencia de esta tumba sea el motivo de un error en algunas obras antiguas que hacen constar el nacimiento del pintor en el año 1852, en lugar de 1853.


Tumba de su hermano Vincent W. van Gogh
Iglesia donde trabajaba su padre como pastor y cementerio.
    La pérdida de su primer hijo afectó profundamene al pastor y a su esposa. A pesar de ello, un año más tarde y el mismo día, nacía otro niño al que pusieron los mismos nombres. Vincent Willem van Gogh, nació el 30 de marzo de 1853 a las 11 horas.
Algunos biógrafos han subrayado el hecho de que este segundo hijo fue concebido en un momento en el que aún la pena causada por la muerte prematura del primero no había sido superada. ¿Pero explica ésto en parte el carácter sombrío del niño? ¿no tendría una oscura consciencia de sus primeros años al ver en el pequeño cementerio la tumba donde figuraban sus nombres y fecha de nacimiento, como si su otro yo estuviera enterrado allí? ¿habría afectado de alguna forma a la construcción de su débil personalidad?
Parece que durante toda su vida van Gogh habría llevado ese peso, como si no le perteneciese a él mismo su propia existencia, como si hubiera "robado" su propia vida a otro.
     El pintor tuvo más hermanos, en 1855 nació Anna, el 1 de mayo de 1857, Théodore, el admirable hermano que sería su providencia, más tarde, Elisabeth-Huberta y Wilhelmina, y por último Cornelis.


 
     Excepto Théo, los demás hermanos juegan un papel poco importante en la vida del artista. Con Anna vive un tiempo en Londres, es por ello, que en sus Cartas a Théo la menciona en muchas ocasiones. 

     Los padres de Vincent son gente culta pero movidos por circunstancias de la vida (la carrera de pastor del padre) se ven obligados a instalarse en un medio rural, en el que no había grandes posibilidades para que sus hijos pudieran acceder a los estudios adecuados.



Vincent van Gogh con 13 años

     Vincent, en un primer momento fue enviado a la escuela pública, pero su padre entendió que no era el mejor sitio. Contrató a una gobernanta que se ocupó de la educación de los niños. Hasta que, cuando Vincent contaba con doce años de edad, fue enviado a la escuela en Zevenbergen, un pueblo situado a unos veinte kilómetros de Zundert, donde estuvo en calidad de interno. Aunque no  estaba dotado para el estudio, su buena voluntad y docilidad hicieron que terminara  el curso con buenos resultados. A su regreso, seguía prefiriendo la soledad a la compañía de otros,  sin embargo, es Théo el elegido por Vincent para compartir los largos paseos por los campos de Zundert, fue así como nació la profunda amistad que después jugaría un papel crucial en la vida del pintor.
Después de terminar dos años de estudios en Tilburg, y cuando contaba dieciséis años, el joven deja su pueblo y a los suyos. A pesar de su carácter solitario y sombrío, cabe pensar que le invadió la nostalgia y le costó abandonar su universo particular. 
    Se traslada a la Haya, trabajando como aprendiz en una importante compañía internacional de comercio de arte, donde su tío Vincent era socio (Casa Goupil y Cía).
Exterior Galería Goupil en La Haya




Interior Galería Goupil en La Haya

      El joven tiene por su trabajo la misma atención que por la vida. Se interesa por todo lo que lo rodea, y aunque el comercio en sí no le atrae en absoluto, la materia del negocio le interesa mucho.  Su oficio le va conduciendo al conocimiento de la pintura; desde sus primeras cartas a Théo, habla con entusiasmo de pintores como Millet, por quien profesará una admiración duradera y de otros como Maris y Mauve.
Para ahorrar cierto dinero y enviárselo a sus padres, decide cambiar de residencia, y se aloja en casa de la señora Loyer, viuda de un pastor protestante, y que tiene con su hija una especie de escuela infantil. Se enamora por primera vez, queda seducido por el  encanto, frescura y dulzura de la joven.
Úrsula se deja hacer la corte, pero la discreción de Vincent, o su timidez, hacen que ella no se lo tome en serio, y se dé cuenta demasiado tarde del mal causado por su inconsciencia o ligereza; de modo que el joven declara a sus padres por carta el amor que siente hacia Úrsula, haciéndose ilusiones.
     A comienzos del verano decide declararle su amor y pedirle la mano, pero ésta lo rechaza sin miramientos; se encuentra desamparado y su primer impulso es volver con los suyos, pasa las vacaciones en Holanda, ésta será la primera pena de su vida. 


      Vuelve a Londres con su hermana Anna, que decide trasladarse con él; se instalan en otra pensión. Al principio manifiesta su alegría de estar acompañado, pero ese afecto no puede curar su tormento. Vincent que de vez en cuando hacía algunos trazos a lápiz, ya no dibuja, ahora se limita a leer. La decepción  amorosa parece que descubre sentimientos que no sospechaba, que libera un instinto de defensa, nuevos rasgos desconocidos de sí mismo. Escribe menos a sus padres, lleva una vida retirada.  El que antes era taciturno, ahora es insociable. Su docilidad ha sido sustituida por un humor amargo y, a veces, por bruscos estallidos que no van a tardar en constituir un peligro para su carrera.
      Su tío al enterarse de ese cambio de actitud, decide trasladarlo a París, a la sucursal que la galería de arte Goupil tenía allí. Es tal su desgana que un mes después de su llegada, ya habla de regresar. Sin embargo, solo hay una cosa que escapa a su indiferencia: la pintura, que según él es, la expresión de un pensamiento. El gusto por el paisaje y por las escenas agrestes lo sustituye poco a poco por el de la pintura religiosa en la que ve un testimonio, un motivo de recogimiento o exaltación. Durante las primeras semanas de su estancia, vive en una pensión,  pero a los dos meses aproximadamente alquila una habitación en Montmartre, con una ventana que da a un jardincillo tapizado de hiedra. En seguida se apresura a cubrir las paredes con más de veinte grabados que representan los cuadros que le gustan, porque le hablan de la naturaleza y de Dios. 
En París se hace amigo del hijo de un anticuario, empleado en la galería. Incluso llegan a compartir habitación, pero el carácter absoluto de Van Gogh, su intransigencia y el deseo de imponer su voluntad, hacen que Harry Gladwell lo abandone, aunque siga visitándolo regularmente los viernes. 
     En 1876, con veintitrés años, Vincent decide abandonar su trabajo en la galería; no es feliz. Su deseo es volver a Inglaterra, por ello pone anuncios en los periódicos ingleses para un empleo de profesor. Recibe respuesta de un tal señor Stokes, vicario de la iglesia anglicana que tenía un pensionado en Ramsgate, una pequeña ciudad del condado de Kent. Le proponía la prueba de un mes para enseñar francés a sus alumnos y le ofrecía casa, alimentación y un salario en un futuro. 


Vistas de Ramsgate, 1876





      Pero antes de partir vuelve junto a sus padres a Etten, donde en ese momento, está destinado el pastor. Théo que no ha olvidado los dibujos de su hermano, le aconseja que se dedique a la pintura. Pero Vincent solo tiene un deseo: vivir modestamente buscando el medio de consagrarse a los demás, por lo que parte hacia Inglaterra.  
El contacto con la naturaleza, la presencia de estos alumnos que lo arrancan de la soledad, y la tarea absorbente de cada día, envuelven a Vincent en una paz que ya había olvidado. 
Las cartas a Théo testifican su calma. "Una felicidad y una paz, escribe a Théo, de las que no me fío del todo..." 
      En julio de 1876 deja al señor Stokes, sus motivos eran claros, el no percibir hasta ahora ningún tipo de salario y no estar del todo lo cercano a Dios que deseaba, pensaba en los más necesitados, en la clase obrera que vivía en los suburbios... Es por ello  que entra al servicio de un pastor metodista, el señor Jones, que dirige un pensionado en Isleworth. Vincent enseña ahora historia sagrada a los alumnos. 


Casa de Isleworth, 1876
     La Biblia y Bousset son sus lecturas principales. Cada acontecimiento de su vida austera exalta más su misticismo. 
Finalmente, empieza a predicar, en Petersham, Turnham Green. Pero enseguida surgen las dificultades. Su inglés vacilante no le permite traducir exactamente su pensamiento. La elocuencia, que quisiera utilizar para penetrar en el corazón de los que le escuchan, se ve empobrecida por su rudeza nativa. Se pone nervioso, y cuando quiere hablar muy deprisa, tartamudea. 
A finales de octubre, puede, a pesar de todo, predicar en un templo y escribe inmediatamente a Théo con emoción: "Tu hermano ha hablado por primera vez en el templo del Señor...". En las fiestas de Navidad, vuelve como cada año al hogar de sus padres. El misticismo exaltado de éste sorprende e inquieta sobremanera a sus progenitores y hermanas. "La piedad te ha vuelto idiota", le va a escribir una de ellas. El calmado pastor se inquieta por esta fe excesiva que cree ilusoria. Para disuadirlo, empieza por convencer a su hijo de que no vuelva a Londres. Y Vincent acepta quedarse en Holanda, reencontrándose con la tierra del Brabante, esos campos de matorrales, tan añorados por éste.
Su tío vuelve a buscarle un oficio, esta vez de librero, en Dorchecht, y aunque acepta, no le durará mucho el trabajo; al poco tiempo, parte hacia Amsterdam, donde pasa poco más de un año, estudiando teología. Lo ayuda otro de los hermanos del pastor Théodorus, el tío Johannès, es un viudo generoso que le ofrece techo y comida. Por otro lado se encuentra el pastor Stricker, hermano de la madre, al que visita regularmente porque posee una gran biblioteca, a la que Vincent se rinde. 
Aunque al principio parece haber encontrado una senda más segura y duradera, esto no es lo que parece, al menos lo manifiesta en sus cartas a Théo: "El estudio es duro, pero tengo que superarlo".  Al final se decanta por la evangelización, y viaja a Bruselas, no quiere seguir estudiando teología. El 15 de noviembre de 1878, Vincent expresaba a Théo en una carta, su deseo de ir al Borinage. Se instala por su cuenta en Páturages, a algunos kilómetros de Mons, en casa de un vendedor ambulante. Sin duda en compensación del alquiler da lecciones, por la tarde, a los hijos del patrón. Para obtener más dinero, dibuja cartas para su padre y hace pequeños trabajos de escritura. 


Páturages

Describe esta región en diciembre, como "las telas medievales de Brueghel". En enero de 1879 se le ofrece, por una estancia de prueba de seis meses, un empleo en  Wasnes, pueblo vecino de Páturages, con un sueldo mensual de 50 francos. Y se instala en casa del panadero Jean-Baptiste Denis.  


Casa de J. B. Denis donde van Gogh se instaló en Wasmes
Durante los dos años que permanece en el Borinage, Vincent solo escribe diez cartas a Théo.
Estos primeros meses pasados entre los mineros del Borinage marcan la gran rotura que se opera bruscamente en el espíritu de Vincent. Ha visto en el Brabante la pena de los campesinos. Ha conocido en los suburbios de Londres la triste condición de los obreros. 
Quiere actuar de la misma forma que obró Cristo, cuida a los enfermos, enseña a los niños, se alimenta de lo básico, pasa las noches rezando, se despoja de sus ropas para darla a los pobres... la cabaña donde vive no tiene nada, duerme sobre un saco de paja. "Con los mineros -escribe a Théo- hay que tener el carácter de los mineros; sin prevención, sin soberbia..." Esta voluntad de mimetismo es característica de este misticismo activo que profesa.
Pero es imposible que un hombre siga al pie de la letra el mensaje de Cristo sin provocar a su alrededor el asombro, el desprecio o la inquietud de los demás. La primera que se alarma es la señora Denis, su casera, que escribe a sus padres para comunicarle la situación. El pastor Théodorus se apresura a acudir a Wasmes para ver a su hijo. Lo encuentra en una cabaña desnudo, enflaquecido y con fiebre, e intenta convencerle para que vuelva a la habitación que tenía en el hogar del panadero y actúe con prudencia. 
Se abre una investigación y se redacta un informe por la Unión de las Iglesias Protestantes de Bélgica, donde no se le renueva el período de prueba. La Iglesia prescinde de sus servicios.

Cuesmes

A pesar de todo, la insistencia de Van Gogh, hacen que vuelva, pero esta vez a Cuesmes, pueblo minero de la misma región. Se aloja en la casa del evangelizador Frank, la casa de los Decrucq. 
La casa de los Decrucq

    Pero pronto surgirán los choques entre ambos. El rechazo de los pastores a mantenerlo en su misión ha provocado en Vincent su instinto de rebelión. 
Es ahí dónde Van Gogh, recurre a la pintura, en esta nueva voluntad que parece haberse adueñado de él, el arte, por el que siempre se había interesado tan apasionadamente, vuelve a resurgir en su vida. 
    Durante ese tiempo el pintor deja de escribir a su hermano, pero el hecho de que Théo le haya enviado dinero, hace que Vincent se vea obligado a contestarle para darle las gracias. 
    A partir de ese momento, la correspondencia entre los hermanos, vuelve a ser más regular y constante, y a lo largo del tiempo más compleja y profunda. 
    Théo apoya la carrera artística de su hermano, incluso lo anima para que viaje a París, pero éste decide quedarse en Cuesmes y seguir dibujando copias de Millet o del natural, ya que el trasladarse a París le supondría unos gastos demasiado costosos. 
   En 1880, con veintisiete años se traslada a Bruselas, decide estudiar dibujo y  recorre el camino andando. 
    Su obra será el resultado de un esfuerzo voluntarioso, tenaz, fatigoso, jamás recompensado por el más mínimo aliento, sopesado entre la certeza de su instinto y la dificultad por hacerse comprender. 
    En sus primeras tentativas, su dibujo es inhábil; pero él no tendrá descanso. La pintura es más necesaria a Vincent que el pan; va a convertirse en la única razón de su vida. 
    En Bruselas se instala en un hotel mediocre, sus padres le pasan una pensión mensual, que le ayuda a mal vivir. Théo incita a su hermano a visitar a un pintor holandés conocido en París: Anthon G.A. Van Rappard, que vive en Bruselas. El artista tiene un estudio donde Vincent podrá trabajar. Poco a poco se va formando una amistad, que va a durar cinco años. Se inscribe en la Academia de Bellas Artes pero no asiste a las clases, prefiere trabajar y aprender solo. 
Academia de Bellas Artes de Bruselas, donde Van Gogh se inscribe pero no asiste a las clases

Su meta inmediata es aprender a dibujar lo bastante bien como para poder ilustrar periódicos o libros. De esta forma podría aprender a pintar sin la ayuda económica de su padre. Pero la repentina enfermedad de su amigo Rappard, hacen que tenga que abandonar Bruselas y como consecuencia de ésto, Van Gogh se queda sin estudio, donde poner pintar. Es por ello que Théo le aconseja que vuelva a Etten, allí tendrá un lugar donde poder pintar, gratis. Lo hace, con tan mala fortuna, que sufre otro desengaño amoroso, esta vez con su prima, Kee Vos Stricker,  una mujer viuda con un hijo a su cargo. 


Kee Vos Stricker
En agosto ,en un viaje a La Haya, es animado por  su primo, el pintor Mauve, cuando éste ve sus dibujos. 
Y en Navidad de ese mismo año, 1881, a causa de una disputa con su padre se va a La Haya al encuentro de Mauve. Con su ayuda empieza el año, en una habitación de Schenweeg, en La Haya, para establecer allí su estudio. Y comenzará una relación con la prostituta, Clasina Maria Hoornik de 32 años, a la que él llamaba Sien o Christine, embarazada y madre de una hija. La hace su modelo, y la dibuja en numerosas ocasiones:




En junio de 1882 ingresa en el hospital de La Haya, a causa de una enfermedad venérea que Sien le ha contagiado, permanecerá en cama sin poder dibujar ni pintar, 23 días. 
Théo lo visita e intenta convencerlo de que la relación con Sien no le conviene para su desarrollo profesional, y en agosto de 1883 la abandona, decide trasladarse a la Drenthe y se establece en Hoogeven y después en Nueva Amsterdam. Pero la soledad le abruma. A principios de diciembre regresa a Nuenen a buscar refugio en el hogar donde su padre y su familia se han instalado y en enero de 1884 arregla un estudio en unas dependencias de la parroquia. En un viaje que realiza a La Haya, a buscar unas telas para pintar, vuelve a ver a Sien, pero no reemprende la vida en común, ésto provoca en él una crisis de melancolía que hace que se apoye en su hermano Theó otra vez. 
Margot  Begemann


En otoño, Van Gogh se vuelve a enamorar, esta vez de la hija de un vecino, Margot Begemann, 10 años mayor que él. En esta ocasión el amor fue correspondido, ella lo acompañaba en sus salidas pictóricas al campo, pero la familia de Margot se opuso rotundamente y la mujer intenta suicidarse. 
La iglesia reformada de Nuenen, 1884



El 26 de marzo de 1885 muere su padre, y debido a unas disputas entre su madre y sus hermanas por la herencia, se marcha y renuncia a su parte. Se traslada a vivir a una habitación en la casa del sacristán de la Iglesia Católica, su familia esto lo ve como una ofensa.
Es entonces, cuando pinta una de sus más grandes obras, en la que tuvo que contratar a modelos y realizar diversos bocetos, en ese momento no convenció a nadie, el cuadro no gustó entre sus amigos:

Los comedores de patatas, 1885. Museo van Gogh, Amsterdam



En otra de sus obras, podemos observar una biblia abierta, que representa a su padre y a  su religión:
Naturaleza muerta con biblia, 1885. Museo Van Gogh

El cura de Nuenen prohíbe a sus feligreses que posen para el pintor. Por lo que en noviembre parte hacia Amberes, donde alquila una habitación en el número 194 de Lange Beeldekenstraat.  

Cráneo fumando un cigarrillo, 1885


Y en 1886 el 16 de enero entra en la Academia de Bellas Artes, pero no soporta los métodos de la Academia. El exceso de trabajo y la mala alimentación agotan a Vincent. 


Par de Botas, 1886


Portada de la revista Paris Illustré, del pintor Kesaï Eisen       


La Cortesana, 1887. Copia del grabado japonés que aparece a la derecha


















El 27 de febrero parte hacia París, donde espera trabajar con más provecho. Théo lo acoge en su casa en la Rue Lempic 54, en el pintoresco barrio de Montmartre  y Vincent se inscribe en la Academia Cormon, donde encuentra a Toulouse-Lautrec, Émile Bernard, L. Arquetin, etc. Pronto la abandona, descubre a los impresionistas y las estampas japonesas. Visita los museos de París y queda admirado por las pinturas de flores de Adolphe Monticelli, el romántico Delacroix y la obra alegórica de Pierre Puvis de Chauvanne.



Pero más importante aún sería el contacto con el impresionismo francés. Estarían entre los nombres de su círculo de conocidos: Seurat, Pissarro,  Guillaumin y Paul Gauguin, con el que iniciará una profunda amistad.
Experimentará con la técnica del puntillismo, bajo la influencia de Seurat y Paul Signac, pintores que se alejan del impresionismo, ya que piensan que éste se ha quedado anticuado.


Autorretrato, 1887, utilizando la técnica puntillista


La vida parisina es muy activa y debilita mucho a Vincent. Vuelve a recuperar la amistad profunda con su hermano, después de un distanciamiento debido a la relación que mantenía con los post-impresionistas.


Cuatro girasoles marchitos, 1887


Puente de la Grande Jatte, 1887
En 1888 Vincent tenía 34 años, se traslada a Arles, al sur de Francia, busca un lugar de escape, su Japón de sur, como denominó Van Gogh a esta ciudad. Aquí beberá mucho menos y creará más. Alquilará una casa, la Casa Amarilla.
La Casa Amarilla, 1888

Pero la soledad es muy dura, solo mantiene relación el cartero Roulin y su familia. 
El cartero Roulin, 1888

Dormitorio en Arles de Van Gogh, 1888
Debido a esta gran soledad, empezó a plantearse la idea de crear una sociedad de artistas, de la que tantas veces su amigo Gauguin le había hablado. Invita a éste a Arles y prepara su llegada con mucho ánimo. Decora la casa con pinturas de girasoles; estas flores simbolizan el sol, característica dominante del verano provenzal. 
Los Girasoles, 1888
El sembrador, 1888



Autorretrato con oreja vendada, enero 1889

La convivencia entre ambos pintores, cada vez se hace más difícil, y las discusiones son muy frecuentes. Existen varias teorías sobre quién cortó la oreja de Van Gogh.  El desenlace se produce la noche del 24 diciembre de 1888, después de haber bebido mucho, los artistas discuten de nuevo, la teoría que conocemos todos es la de que  Vincent amenaza a Gauguin con una navaja de afeitar, éste se asusta y se marcha a un hotel. Pero Van Gogh arrepentido, se corta el lóbulo  de su oreja derecha, entregándoselo a una prostituta para que ésta se lo lleve a su amigo, en señal de arrepentimiento. Sin embargo, nuevos estudios han aportado datos diferentes a aquella teoría, aunque también indemostrables, según dos historiadores alemanes, Gauguin fue quien cortó la oreja a Van Gogh, en aquella disputa de la noche de diciembre, le sesgó el lóbulo de la oreja derecha a su amigo, al ser muy buen espadachín. Es por lo que se explica la salida tan repentina de Arles de Gauguin, antes que Vincent recuperara la consciencia. Se habla de un pacto de silencio entre ambos. La declaración de Gauguin a la policía acerca del suceso hizo pensar que la única teoría existente fuera la de la automutilación.  El escándalo fue tan grande, que Van Gogh fue ingresado en el hospital de Arles y estuvo delirando durante tres días. 
Al regresar a su casa, pintó el Autorretrato con la oreja vendada.

Jardín del hospital de Arles, 1889




Retrato dr. Félix Rey, 1889

En febrero, Vincent es ingresado de nuevo en el hospital, el anuncio del compromiso de matrimonio de su hermano Théo  con Johanna Gesina Bonger y el traslado de su amigo, el cartero Roulin a Marsella, hacen que empeore, y se pone en manos del doctor Felix Rey, padece de insomnio y alucinaciones, creyéndose que alguien lo quiere envenenar. 



Noche Estrellada, 1889



Lirios, 1889
Las recaídas son cada vez más frecuentes, y el propio Vincent pide el internamiento en un sanatorio. Ingresa voluntariamente, en el sanatorio mental de Saint-Paul-de-Mausole, cerca de Saint -Rémy, a 27 kilómetros de Arles.

Después de sufrir varios ataques (en uno de ellos intenta tragarse incluso las pinturas). Recibe la noticia de que Théo va a ser padre y quiere que Vincent sea su padrino, el niño llevará su nombre. Su hermano cree conveniente que el artista se instale en Auvers-sur-Oise, en el noroeste de París, al cuidado del doctor Gachet, famoso homeópata relacionado con los impresionistas. En ese momento recibe otra buena noticia, ha vendido un cuadro, el Viñedo Rojo, a Anna Boch, pintora y hermana de su amigo Eugène Boch.

El viñedo rojo, 1888 aunque expuesto en 1890 y vendido por 400 francos

Iglesia de Auvers-sur-Oise, 1890
Retrato dr. Gachet, 1890


En mayo de 1890 viaja a París para conocer a su sobrino, está tres días en la ciudad, pero se le hace muy ruidosa e intranquila. Se traslada a Auvers donde se aloja primero en una pensión y luego en un Café. El doctor Gachet lo cuida cuidadosamente, llegando incluso a creer que estaba curado y que nunca más tendría ataques. Durante los 2 meses que permanece en Auvers pinta más de 80 cuadros, demostrando estar en pleno auge creador. El 6 de julio va a visitar a su hermano, al que encuentra bastante preocupado por la situación laboral, la vivienda y problemas de salud del pequeño Vincent. Regresa muy afligido. 
Le atormenta la idea de ser una carga para su hermano y temiendo un nuevo ataque, el 27 de julio de 1890 sale al campo y vuelve con un disparo en el cuerpo. Según testigos, Van Gogh declaró que había sido él mismo. Dos días más tarde, fallece el gran genio del post-impresionismo, el pintor incomprendido, el "loco del pelo rojo". Curiosamente, 6 meses después, Théo muere en una casa de salud de Utrecht. Ambos hermanos están enterrados en el cementerio de Auvers-sur-Oise.

Tumbas de los hermanos Van Gogh


4 comentarios:

  1. Felicidades por la magnífica y documentada entrada.

    Un beso :)

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  2. Muchas gracias, Ricardo
    La vida de Van Gogh fue tan interesante como atormentada; mientras más lees y te documentas sobre él más te atrae. Ha sido un placer estudiarlo.
    Un beso

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  3. Muy buena biografía, pero ten cuidado con las fechas de vez en cuando pones 1953 como fecha de nacimiento siendo 1853!!! por lo demás genial :D

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